Nueva sección que inauguro con esta historia, sobre como dominar Stratis durante un buen rato, causando caos, muerte y destrucción en cantidades industriales gracias al arma mas peligrosa del mundo. Como sera bastante habitual esta batallita tiene lugar en un Wastedland cualquiera ( por no hacer propaganda ) y para hacerla distinta en esta ocasión con buena compañia, los chicos del grupo de Steam Gañanes del Arma 3. |
Avanzamos intentando reagruparnos y en las conexiones de radio puedo escuchar que alrededor de mi compañero se esta librando una durisima batalla. Múltiples disparos de varios calibres distintos atronan a su alrededor cada vez que cruzamos mensajes. Hasta que en una de las conexiones el ruido del plomo volando ha cesado aunque se escucha otro ruido casi mas intenso. Es una conexion corta y que me deja extrañado:
- Ya esta, ya me lo he llevado.
Simplemente ese mensaje y cuando compruebo mi mapa para mi sorpresa veo que el vehículo que había de misión avanza hacia donde estoy tripulado por Pitu. Entre al menos 6 enemigos disparándose unos a otros, mientras ellos se mataban por la propiedad, en un alarde de perrería suma... acababa de subirse, arrancarlo y llevarse un transporte por el que había 2 grupos de jugadores acribillandose incluso con armas emplazadas en vehículos.
Un rato después acosado, oculto tras una piedra, con 2 enemigos a menos de 300 metros y sin esperanzas casi de salir con buen pie, a punto de que me mandasen a revivir... coronando la colina veo aparecer un enorme BTR-K Kamysh. No habia 'robado' un vehiculo cualquiera, se había llevado un maldito blindado con una artillería tremenda.
Y en cuanto se situó a mi lado y accedí a la escotilla... respire aliviado, ahora era tiempo de repartir.
Mientras el resto iban logueando recorrimos la isla arriba y abajo, destrozando infanteria y vehiculos como si no hubiese un mañana. Arrasamos todo el camino desde casi Kamino hasta la base aerea. Nos plantamos allí y enviamos una lluvia de fuego y destrucción hasta que la zona quedo vacía. Volvimos a ponernos en marcha y a ambos lados del camino la infanteria, los vehículos y incluso algun helicoptero sufrían una sinfonía de estampidos de cañón, ráfagas de ametralladora y silbidos de misil. El BTR-K Kamysh es una maquina muy bien armada y difícil de abatir.
Y poco a poco el tanque iba recibiendo una dotación mas numerosa hasta que con la dotación completa empezamos a realizar misiones para ir equipandonos apoyados en la tremenda fuerza que nos daba el blindado. Fue como una hora y media de orgía de destrucción, todo por un arma infalible, por algo que no se puede comprar en una tienda ni se puede recargar con municiones extra... LA ASTUCIA DE UN ESPAÑOL!
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